Incertidumbre sobre el estado de las poblaciones trucheras
La próxima semana será la última para poder lanzar la caña en los ríos no regulados por embal- se, que esta temporada han bajado con aguas altas y frías hasta bien entrado el verano, propiciando una flojedad de resultados, sobre todo en cuanto a ejemplares de buen tamaño se refiere, que dejan a los aficionados con la incertidumbre de saber si hay o no buenas poblaciones trucheras en estos cauces. Antiguamente el cierre se producía a mediados de agosto, pero el fuerte estiaje padecido las últimas décadas impuso la fecha actual, que en años excepcionales como este hace que la temporada resulte corta y los pescadores se queden con las ganas de seguir practicando en estas bellas aguas.
En esta recta final, la mayoría de ríos naturales presentan unas condiciones excelentes para la pesca, que permiten observar a los peces en sus posturas durante las horas de luz y tentarles con moscas artificiales. La pesca a látigo, suele dar excelentes resultados si logramos acercarnos a la orilla si ser detectados y lanzamos el señuelo por delante del morro del pez, dejándolo derivar de forma natural, sin movimientos extraños que puedan provocar su desconfianza y el fracaso de la técnica. Cuando comienza a bajar la luz, las típicas cuerdas leonesas de lance ligero pueden resultar muy eficaces, lazando el aparejo aguas arriba y dejándolo bajar, manteniendola línea tensa para poder clavar instantáneamente cuando se produzca la picada. Las moscasa emplear pueden ser de varios tipos, denominándose secas las que están diseñadas para flotar sobre la superficie del agua y ahogadas o ninfas las que se utilizan bajo ella.
Los mejores sitios para la captura en esta época del año, son las cabeceras de los pozos, las corrientes de profundidad media, las zonas situadas detrás de los obstáculos en aguas rápidas y las caídas de los puertos, lugares estos, donde los peces suelen colocarse a la espera del alimento que arrastra la corriente.
Pesca en 'tándem'
Tanto en la pesca a látigo como a lance ligero, la igualmente denominada pesca en tándem, consistente en atar sobre la línea dos o más moscas separadas entre sí por unos centímetros de nailon para proyectarlas sobre la superficie del agua o bajo ella, cada día es más utilizada por los aficionados debido a su demostrada eficacia. A la hora de confeccionar el aparejo, que admite variadas combinaciones tales como seca-seca,ninfa-ninfa, ahogada-ahogada, seca-ninfa, seca-ahogada o ninfa-ahogada, debe tenerse en cuenta la normativa legal referente al tamaño de los anzuelos, que cuando se utilice más de una mosca deberán tener una distancia inferior a 9 milímetros de punta a asta y su longitud total deberá ser inferior a 25 milímetros. Si se utilizan anzuelos de mayor tamaño, el aparejo solamente podrá llevar una mosca.